Confesiones...
Es increíble lo que provocas en mi, una tranquilizad y paz, que no sentía hace mucho, una alegría que sale por cada poro de mi piel. Pueden ser kilómetros, miles, los que nos separan, pero desde el día que apareciste en mi vida, te uniste con hilos de diamante a mi corazón.
Me duermo con tu imagen en mi mente, y sueño, cada instante estar junto a ti… Me despierto, siendo tu mi primer pensamiento…No es normal, lo se… Pero no quiere decir que no sea real…
Es tan real, como los latidos de mi corazón, se aceleran al leerte, o al saber que estas ahí, tan real como mi piel, con cada palabra tuya, se estremece.
No se que hiciste conmigo, pero no lo cambiaria por nada, adoro sentir todo ese amor recorrer mi cuerpo, intentando escapar por algún lado, para llegar junto a ti.
10 de febrero de 2011, 23:50
mmmmmmmm ke bonito lo ke escribiste me llego a doler la guatita kjakjakja kisiera poder escribir asi pero no me sale kjajkajka kisses
14 de febrero de 2011, 19:59
ME ENCANTA!!
AHORA SOY TU seguidora!!
es la primera vez que te visito... y francamente estoy mas que alegre de haberlo hecho.
espero que alguna vz visites el blog de no mas de un mes que tengo y en una de esas me sigas.
pronto publicaré por capitulos un libro.
y tengo otro en el que trabajo.
Aqui te dej algo...
El primer sonido que se olló fué el del patetico suspiro que se le escapó. El segundo, el de ella pisando y las hojas crujiendo mientras buscaba la causa del sonido
Soltó dos maldiciondes por dos razones.
La primera, era la chica mas hermosa que había visto y mientras ellas se daba la vuelta para impeccionar, sus ojos turquesas solo hacían que esa reaccion en su cuerpo se intensificara.
La segunda, estaba mortalmente asustada y él estaba consiguiendo grandiosamente que corriera mas rapido, fuera del camino y por lo tanto de su vista y mas recelosa del bosque.
Cristo. No estaba siendo muy inteligente.
Las hojas crujieron al mismo tiempo que patinaba para no estrellarse con algo nuevo que no había visto ni estado frente a él medio segundo antes.
- ¿qué haces siguiendome? es simple, así que responde luego, chico - ella, con manos firmes sobre sus caderas levantó las cejas ladeando la cabeza, sonriendo y dejando al descubierto algo inusual.
- maldicion, jodido de mi - Dijo brillantemente consiguiendo repetir sus anteriores maldiciones.
Ella... estaba fuera de su liga.
Y no solo porque indudablemente ella pensaba que los Siliriems eran estupidos y lentos de entender.
Ella, la hermosa chica escurridiza era una de esas cazadoras con la inscripcion delatora en el cuello. Las mismas de las que se rumoreaba que el jefe, era amo y señor de las acciones y de sus cuerpos.
No le extrañaba que tambien supiera que los Siliriems que habían salido con la mente viva aprovechaban su reputacion para escaparse. Algunos incluso eran de esos amos.
Tampoco le extrañaba sentir en el fondo de su pecho una derrota y un deseo increible de pegarle a alguien.
Ella no debía tener dueño.
Sintió gruñir. Mas bien, sintó su pecho vibrar, porque era él el que estaba gruñendo.
15 de febrero de 2011, 23:47
Me alegra que te haya gustado,
ahora también te sigo, gracias por tu comentario
alegra saber que hay gente como tu, dan mas ganas de escribrir... un abrazo